Esta casa parece hermosa por fuera… pero tan pronto como la gente la ve por dentro, simplemente se niegan a comprarla. Por fuera, la casa parece un sueño. La fachada bien cuidada, las flores que florecen en el jardín y los marcos de las ventanas perfectamente pintados la hacen parecer sacada
directamente de un libro de cuentos. Muchos compradores potenciales se detienen, admiran la apariencia intacta y se imaginan cómo sería vivir allí. Se ven a sí mismos sentados en el porche, quizás con una copa de vino en la mano, mientras los rayos del sol caen suavemente sobre los
caminos pavimentados. Todo parece idílico, perfecto. Pero la apariencia engaña. Tan pronto como los interesados cruzan el umbral y entran en la casa, la magia se desvanece. La primera impresión no asusta de inmediato, pero hay una atmósfera sutilmente incómoda en el aire. Las
habitaciones son sombrías, las paredes muestran signos de envejecimiento, y el parquet, que una vez fue elegante, cruje ominosamente bajo los pies en cada paso. No pasa mucho tiempo antes de que los primeros signos de deterioro se hagan evidentes.
Finas grietas atraviesan los techos, y en las esquinas de las habitaciones hay telarañas que parecen ser testigos silenciosos de años de abandono. La chimenea, que a primera vista podría parecer el acogedor centro de la sala, está cubierta de hollín y emite un olor a cenizas frías que ha
impregnado el aire. Los muebles que aún están en la casa no parecen tesoros antiguos, sino restos de una época pasada que la casa ha olvidado. Pero eso no es lo peor. Muchos de los que entraron en la casa informan de una extraña sensación que los
invade cuanto más tiempo pasan en ella. Como si estuvieran siendo observados, como si algo invisible se deslizara por la casa y los acechara desde las sombras. Algunos incluso afirman haber visto movimientos fugaces por el rabillo del ojo, pero cuando miran, no hay nada. Otros describen
una corriente de aire frío que atraviesa la casa, a pesar de que todas las ventanas están bien cerradas. La casa, que por fuera parece un paraíso en la tierra, oculta dentro secretos oscuros. Como si las propias paredes susurraran historias: historias de antiguos residentes que abandonaron la casa
apresuradamente y nunca volvieron. Nadie sabe con certeza qué ocurrió en esta casa, pero las historias de eventos extraños y encuentros espeluznantes se acumulan. Cada comprador que entra en la casa toma una decisión firme sobre su compra. Pero tan pronto como la ven por dentro, se
marchan rápidamente, con náuseas y una profunda certeza de que nunca podrán vivir allí. La casa ha estado vacía durante muchos años, su apariencia exterior sigue irradiando belleza, pero en su interior se oculta un misterio que nadie puede resolver — y que nadie quiere resolver.