Había una vez un elefante de circo llamado Bimbo, una majestuosa criatura que había estado actuando durante muchos años. Sin embargo, un día, los sentimientos de Bimbo hacia su vida en el circo
comenzaron a cambiar. Se sentía cada vez más infeliz con su situación, cansado de estar confinado en una pequeña jaula todo el día y de realizar trucos para entretener al público. Lo que Bimbo
realmente deseaba era la libertad: recorrer libremente el bosque como estaba destinado a hacer. Un día, mientras el circo estaba en un pequeño pueblo, surgió una oportunidad para que
Bimbo escapara. Su entrenador lo dejó desatendido durante solo unos minutos, y Bimbo aprovechó el momento. Rompiendo sus cadenas, huyó del circo. Los habitantes del pueblo estaban sorprendidos y
aterrorizados al ver a un elefante corriendo por las calles, derribando puestos de frutas y causando caos. Bimbo siguió corriendo hasta llegar al borde del pueblo y se desvaneció en el bosque cercano.
Aunque el dueño del circo y sus hombres lo persiguieron, no pudieron alcanzarlo. Bimbo estaba decidido a mantenerse libre y nunca regresar al circo. Pasaron semanas, y aún no había señales de Bimbo. El dueño del circo perdió la esperanza de
encontrarlo. Pero un día, un grupo de turistas vio a Bimbo en lo profundo del bosque. Se veía débil y enfermo, y se dieron cuenta de que necesitaba ayuda. Ahora la pregunta es: ¿dónde está el dueño del circo en esta historia?