Los circasianos son un grupo étnico del Cáucaso Norte, que abarca regiones de la actual Rusia, Georgia y Turquía. Con una rica historia, sus prácticas tradicionales incluían la caza,
especialmente la caza del oso, que tenía una significativa importancia cultural. En las cacerías tradicionales circasianas de osos, los perros, las lanzas y las trampas eran las herramientas
principales. Los perros, como el poderoso Pastor Caucásico (Caucasian Ovcharka), eran especialmente entrenados para localizar y perseguir a los osos, alertando a los cazadores con sus ladridos. Estos perros grandes y robustos eran
esenciales para rastrear a los osos. Una vez que se conocía la ubicación del oso, los cazadores se acercaban con lanzas, intentando herir o matar al animal. Sin embargo, dada la fuerza y el peligro de los osos, las trampas eran a menudo necesarias.
Estas trampas eran generalmente grandes recintos de madera llenos de cebo. Cuando el oso entraba, la trampa se cerraba, capturando al animal. Después de atrapar a un oso, este generalmente se mataba, y sus recursos se utilizaban en su
totalidad. Los circasianos usaban el pelaje del oso para confeccionar ropa y mantas, y su carne se consumía como alimento. Hoy en día, la caza de osos es ilegal en muchos lugares, incluida la mayor parte de Rusia y Europa, debido a los esfuerzos de
conservación. Sin embargo, los métodos tradicionales de caza de osos de los circasianos reflejan una rica herencia cultural que habla de su profunda conexión con el mundo natural.