MI MARIDO PROHIBIÓ A NUESTROS HIJOS JUGAR CON LOS HIJOS DE NUESTROS VECINOS Y ME DIJO UNA RAZÓN FALSA – LUEGO LA MUJER DE NUESTRO VECINO ME CONTÓ LA VERDAD
El verano pasado, nos mudamos a un vecindario nuevo con nuestros tres hijos, justo al lado de los Johnson, que tienen cuatro. Una configuración perfecta, ¿verdad? Nuestros hijos prácticamente estaban pegados todo el tiempo, jugando sin parar. Era genial… hasta que dejó de serlo.
Una mañana, de la nada, Tom decide que nuestros hijos no pueden jugar con los Johnson. Emily pregunta si puede ir a ver a Lily, y él simplemente lo rechaza. Sin siquiera mirar su café, dice: “No hace falta, y no quiero tratar con nada hoy.”
Emily, destrozada, vuelve a su habitación. Yo le pregunto a Tom, “¿Qué está pasando? ¿Por qué no pueden jugar con sus amigos?”
Ahí es cuando todo se pone raro. Comienza a dar vueltas sobre lo cansado que está de que nuestras cosas se rompan, como la pelota de baloncesto y el frisbee, y dice que los niños deben quedarse adentro unos días.
Yo me quedo mirándolo. “Nunca habías tenido un problema con eso. ¿Qué está pasando?”
Y su cara se pone oscura. “No quiero hablar de eso.”
Más tarde, voy a visitar a Jenny, la esposa de Mike, para tomar té, y menciono la repentina prohibición de jugar. Ella suspira. “Mike dijo lo mismo. Tampoco quiere que nuestros hijos jueguen juntos. Ha estado actuando raro desde que él y Tom discutieron el otro día.”
Un escalofrío recorre mi cuerpo. “¿Sabes de qué discutieron?” Y entonces Jenny ASIENTA y ME CUENTA LA VERDAD.