En un incidente notable, un conductor de tren en Nueva York mostró una excepcional alerta y pensamiento rápido, incluso ante circunstancias desafiantes. A pesar de la hora temprana de la mañana y la presencia de un teléfono inteligente distractor, el conductor permaneció vigilante y concentrado en las vías. Durante su turno, notó a
un niño de 3 años peligrosamente cerca del tercer riel electrificado, lo que lo llevó a tomar medidas inmediatas. A pesar de la velocidad del tren de 70 mph, aplicó rápidamente los frenos y alertó a todo el tráfico cerca de la Estación Tarrytown sobre el peligro inminente.
Una vez que el tren se detuvo, las imágenes de vigilancia capturaron al conductor asistente, Marcus Higgins, corriendo por las vías para rescatar al niño. Informes sugieren que el niño es autista y no verbal, ya que se separó de su madre cuando cayó accidentalmente sobre una barrera y terminó cerca de las vías del tren.
El conductor comunicó urgentemente la situación a otros, exclamando: «¡Emergencia, emergencia, emergencia! Necesito que desconecten el riel; tenemos a un niño pequeño en las vías». Lamentablemente, debido a la discapacidad del niño, no comprendió las
advertencias de Higgins sobre el riel electrificado y el peligro potencial que representaba. En consecuencia, el colega de Higgins, que permaneció en el tren, contactó incansablemente a la estación para cortar la energía al riel.
Gracias a la pronta respuesta de las autoridades de la estación, Higgins logró llevar con éxito al niño al tren, donde finalmente se reunió con su madre y hermana. Este incidente es un testimonio de la dedicación inquebrantable del conductor a la seguridad de los pasajeros y su valiente acto de rescatar a un niño pequeño en una situación precaria.