Chris Dempsey era un exmarine, y cuando decidió que si en la vida alguien necesitaba ayuda, él definitivamente lo haría. Pero el hombre nunca imaginó que este acto sería decisivo para su
destino. Un día escuchó que la hermana de su colega necesitaba un trasplante de hígado. Chris no permaneció indiferente. Nunca había conocido ni visto a esta chica, y ella tampoco lo había
conocido a él. Pero eso no lo detuvo. Las probabilidades de su supervivencia eran del 50%. El diagnóstico terrible fue puesto demasiado tarde. Y de repente, un salvador desconocido apareció en
su vida… “Cuando me llamaron y me contaron esto, mi mamá y yo nos abrazamos y lloramos, sin poder creer que esto estaba pasando. Al final, ni siquiera nos conocíamos”, dice Heather. Antes de la
operación, la chica invitó a Chris a una reunión porque quería saber quién era la persona que hizo tal sacrificio por ella. Entre ellos nació una amistad.
Después del trasplante, la chica entendió que no
podía perder el contacto con Chris, él se había vuelto muy importante para ella. “Al principio, él me dijo que no le debía nada y que después de la operación nunca nos volveríamos a ver si así lo
deseaba. Con el tiempo, esta pareja se convirtió en algo más que amigos, y comenzaron una relación romántica. Un año después de su encuentro, Chris le propuso matrimonio a Heather, y se casaron.
“Eres la persona más increíble que he conocido. Crees en mí y me haces feliz todos los días. Gracias a ti, me río, sonrío e incluso vuelvo a soñar”, le dijo Heather a su prometido en el día de su boda.