La modelo Katie Price sorprendió a los turistas en un hotel de Turquía con heridas purulentas por cirugía plástica. La celebridad británica arruinó la experiencia de vacaciones para los huéspedes de un hotel de cinco estrellas cuando se bañó en la piscina común tras una cirugía de lifting facial con
heridas sangrantes. La ex modelo glamourosa, ahora actriz y presentadora de televisión, Katie Price, estropeó las vacaciones de los turistas en un hotel de cinco estrellas en Estambul, donde se registró repentinamente después de someterse a operaciones en el rostro junto con su séquito. La
estrella de la televisión británica había reservado una habitación por 133 libras esterlinas por noche (alrededor de 15 000 rublos), mientras esperaba su sexto lifting facial, algo que no fue bien recibido por los huéspedes cercanos. ¿A quién le gustaría relajarse y comer en el hotel mientras observa a
una persona con el rostro ensangrentado, grampas en la cabeza y cortes que supuran pus? – se preguntaba una turista que quedó horrorizada con la apariencia de Katie Price. Según los turistas que estaban allí, todos los que eligieron ese hotel se sintieron incómodos con la llegada de Katie. La
celebridad paseaba por el lugar y usaba la piscina común «con grampas que sostenían la piel de su cabeza y cortes que supuraban pus». Además, tenía moretones en la cara y el cuello después de las operaciones, y sus ojos estaban tan hinchados que no podían abrirse. Ella usaba la piscina
común… ¿Por qué usar este hotel como centro de recuperación después de cirugías plásticas? Esto definitivamente me ha disuadido de volver a visitar el lugar o de recomendarlo a alguien más, – agregó uno de los huéspedes. Cuando Price fue a un restaurante local en ese estado, el apetito de los
otros comensales desapareció de inmediato. Por cierto, cuando la celebridad regresó de Turquía a Londres, fue arrestada directamente en el aeropuerto de Heathrow por no presentarse a una audiencia judicial relacionada con un caso de quiebra por una suma de 760 000 libras esterlinas (84 millones de rublos). La policía la subió a una furgoneta policial, a pesar de los vendajes y el apósito quirúrgico en la cabeza.