Romy Schneider es considerada una de las actrices más bellas y desafortunadas del cine francés. Apareció por primera vez en pantalla en el papel de Isabel de Baviera (Sissi). La actriz
conquistó a los fans con su elegancia y belleza rara. La joven actriz recibió rápidamente amor y reconocimiento. Posteriormente, interpretó muchos papeles icónicos. Sin embargo, la actriz
pudpresumir de una carrera exitosa, pero no de una vida personal feliz. Romy tuvo relaciones complicadas y dolorosas con Alain Delon. Su primer matrimonio terminó en tragedia: su esposo se suicidó. Con el segundo esposo, Daniel Biasini,
volvió a escapar en los brazos de su amado Alain. La actriz dejó a su esposo dos hijos: el hijo del primer matrimonio, David, y la hija Sara. Biasini era un padre extraordinario, el mejor. Por eso, el hijo de la actriz adoraba al padrastro. Desafortunadamente,
el hijo de Romy murió trágicamente a los 14 años. Romy Schneider no pudo superar esta tragedia. Biasini crió solo a la hija. Durante muchos años mantuvo a Sara alejada del público y de los
paparazzi. Sabía que no se podría evitar la comparación y no quería traumatizar a su heredera. A pesar de esto, cuando Sara creció, decidió dedicarse al cine. Sin embargo, no logró acercarse al éxito de su madre. Sara interpretó algunos
papeles, pero el público y los críticos solo notaron que Sara no tenía ni el talento ni la belleza de su madre. La llamaron «copia desafortunada de Romy Schneider». «Copia desafortunada», la naturaleza
se detuvo en la hija de la actriz más bella y desafortunada del cine francés. Los fans de Romy Schneider creen que la naturaleza no le dio nada de lo que era especial en la madre a su única hija.
Desafortunadamente, a Sara Biasini no se le otorgó ni la rara belleza de su madre ni su talento. Es uno de esos casos en los que la manzana cayó muy lejos del árbol. Continuación en los comentarios…