No importa la edad que tengas, vivir con una discapacidad nunca es sencillo. El término «discapacidad» abarca ahora una amplia gama de condiciones, tanto físicas como mentales. Aunque la vida cotidiana puede ser más sencilla con la ayuda de seres queridos, el mundo suele
ser lo suficientemente desconsiderado como para excluirte. Por ejemplo, la mayoría de los edificios no tienen una rampa para silla de ruedas para que las personas que deben usar una silla de ruedas a diario puedan entrar al edificio.
Esto puede dificultar que alguien se desplace en silla de ruedas y con frecuencia lleva a que las personas dependan de otros para obtener ayuda o que sientan reticencia a salir de su casa. Ser excluido de actividades fundamentales o eventos emocionantes como una excursión escolar cuando eras niño puede ser desalentador.
Ryan King es un niño único que nació con la paralizante condición de espina bífida. Después de su nacimiento el 7 de julio de 2009, su familia con sede en Louisville, Kentucky, sabía que enfrentarían muchos desafíos en el camino. Sin embargo, sus padres no son los únicos que cuidan de ella.
En 2019, el profesor de Ryan, Jim Freeman, ofreció a la familia su ayuda para que Ryan pudiera participar en unas divertidas vacaciones escolares fuera del país. Antes de este desarrollo inesperado, probablemente Ryan habría tenido que perderse el viaje; sin embargo, ahora podía participar como una estudiante común que esperaba una experiencia increíble. Reconforta saber que hay profesores que la apoyan de formas que nunca podrían haber imaginado.
Ryan tiene una página de Facebook solo para ella, donde comparte muchos detalles sobre su nacimiento y las dificultades que ya ha enfrentado. La madre de Ryan, Shelly King, reveló en la descripción de la página de Facebook que Ryan solo tenía 5 meses de embarazo cuando le diagnosticaron la espina bífida. Naturalmente, ella y su esposo esperaban lo mejor para su hija pequeña y se preguntaban si llevaría una vida normal mientras crecía en un entorno pequeño.
Fue llevada al quirófano poco después de nacer. Después de esto, experimentó meses de problemas y complicaciones que requirieron múltiples visitas a la unidad de cuidados intensivos neonatales. La niña perseveró y demostró al mundo y a su familia cuán resiliente era. A pesar de estar en silla de ruedas durante muchos años, sigue irradiando un inigualable entusiasmo por la vida.