Un niño solitario de una familia pobre se convierte en un héroe inesperado cuando decide averiguar por qué el perro de su vecino no deja de ladrar.
Ethan Hough era un niño de 13 años que vivía con sus padres empobrecidos. Ellos se aseguraban de que estuviera bien alimentado, pero la familia vivía de lo que podían ganar, de un día para otro. Era una de las razones por las que tomaban la planificación familiar muy en serio: nunca podían permitirse tener otra boca que alimentar.
Era la única vida que Ethan conocía, pero esperaba que algún día las cosas pudieran cambiar para ellos. Vivían en una casa de tres habitaciones que habían usado como garantía cuando pidieron un préstamo bancario varios meses antes.
Gastaron el préstamo en la madre de Ethan, quien fue víctima del coronavirus cuando el virus comenzó a hacer estragos. Fue mucho dinero, pero su mamá sobrevivió a la pesadilla, para alivio de ambos hombres. Cuando ella finalmente regresó del hospital, el padre de Ethan, John, organizó una pequeña celebración dentro de la familia para darle la bienvenida.
Sin embargo, la alegría no duró más allá de esa noche, porque recibieron una carta del banco pidiéndoles que pagaran el préstamo o perderían la casa al día siguiente. John trató de conseguir el dinero, pero solo podía hacer tanto, excepto pedir una prórroga del préstamo. Obtuvieron un par de meses adicionales, pero eso fue todo. La pareja intentó mantener sus problemas financieros alejados de su hijo, pero Ethan era un niño muy inteligente. Lo sabía, pero se mantenía en silencio mientras rezaba para que las cosas se resolvieran.
Ethan no solo era inteligente, sino también amable y solitario. Sus padres no le permitían salir de casa porque temían que lo acosaran por su situación económica.
“Los niños pueden ser muy crueles,” solían decirse entre ellos, cuando en realidad, simplemente se avergonzaban de sí mismos.
Ethan no tenía amigos, no practicaba deportes y siempre era el primero en irse a casa tan pronto como sonaba el último timbre. Sus compañeros lo veían como un nerd raro y solían evitarlo. Poco sabían ellos que él solo obedecía las instrucciones de sus padres. “Tienes que estudiar muy bien para que puedas convertirte en un hombre rico y apoyar a esta familia,” le decía su mamá.
“Mi hijo nos asegurará una jubilación rica,” decía su papá.
Era una posición muy egoísta, pero sus padres no lo veían de esa manera. Creían que era su derecho exigirle tal cosa a su hijo. Creían que él cambiaría sus vidas, si tan solo supieran cuán acertados estaban.
Durante las vacaciones de verano, Ethan comenzó a escuchar ladridos provenientes de la casa de su vecino. Una anciana vivía sola en esa casa. Se la conocía como Carla, y no tenía familia de la que hablar.
Al igual que Ethan, la gente en el vecindario evitaba comunicarse con ella porque la consideraban insensible. Su único compañero era un gran perro llamado Rocky, y Carla pasaba todo su tiempo con él.
Cuando Ethan notó que el perro seguía ladrando durante dos días seguidos, se acercó a su papá para decirle: “Papá, ¿has notado que el perro ha estado ladrando todo este tiempo? Creo que deberíamos averiguar por qué.”
“Oh, Ethan. ¿Qué podría estar mal con ella? La loca anciana debe estar jugando con su perro raído y ya está. Ojalá el perro no haga tanto ruido.”
Ethan no estaba satisfecho, pero dejó que la conversación se apagara. Mientras su padre estaba en el garaje, decidió salir sigilosamente de su casa y averiguar qué estaba pasando.
“El perro suena frenético,” pensó Ethan. Fue a la casa de Carla y tocó la puerta, pero nadie respondió.
En lugar de eso, el ladrido del perro se intensificó, lo que despertó aún más la curiosidad de Ethan. Sabiendo que sus padres podrían llamarlo en cualquier momento, rápidamente dio la vuelta a la casa hacia el patio trasero y se asomó por la ventana.
A través del cristal, Ethan pudo ver a Carla, tirada en el suelo, incapaz de moverse, mientras Rocky estaba a su lado, ladrando sin parar. Desesperado, Ethan entró al patio trasero, buscando una forma de ayudarla, pero sin saber cómo. Pero entonces algo increíble ocurrió…