Cristina Pimenova ya destacaba por su excepcional apariencia desde una edad temprana. Los padres de la niña a menudo les decían que tenían una hija muy hermosa. A los 4 años, Cristina ya no tenía miedo de subir a la pasarela y se sentía tranquila y segura en los desfiles de moda. Hasta el día de hoy, Pimenova sigue siendo la supermodelo más joven del mundo.
La madre de Cristina también estuvo en la industria de la moda durante mucho tiempo. Por lo tanto, conoce todos los detalles y peculiaridades de esta profesión. A su hija le toca combinar desfiles y estudios. Sin embargo, la madre dice que no es tan difícil como puede parecer a primera vista.
Cristina va a la escuela y luego se dirige a entrenar. Practica gimnasia artística. Las sesiones de fotos ocurren solo una vez al mes. Los desfiles de las colecciones de casas de alta costura se llevan a cabo dos veces al año.
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Los medios de comunicación extranjeros también notaron a esta hermosa y talentosa niña. Comenzaron a sonar la alarma, preocupados de que la niña pudiera perder su infancia. Algunos dicen que lo que distingue a Cristina es su mirada. Mira de una manera que no es propia de un niño, como si ya hubiera vivido algo a su corta edad. También se dice que Pimenova se distingue de sus compañeros por su aristocracia. Su madre responde que su hija es bien educada y sabe cómo comportarse en sociedad.
Desde los 7 años, esta hermosa rusa representa a marcas famosas. Entre ellas se encuentran Dolce & Gabbana, Armani y Benetton.
A los 10 años, invitaron a Cristina a trabajar en Estados Unidos. Incluso pudo obtener una visa de trabajo. Esto atestigua que el niño tiene talento en alguna forma de arte. En lugar de la niña, fue su madre quien firmó el contrato.
Hace poco, Cristina Pimenova cumplió 17 años. Ella es muy activa en Instagram y comparte fotos frescas con sus seguidores. Se comunica con sus seguidores en inglés. Ya domina perfectamente este idioma y lo habla. La supermodelo a menudo muestra cómo se ve sin maquillaje, en su forma natural.