Los pequeños gemelos son los mejores ayudantes de su madre.
En un pequeño y encantador pueblo francés, una joven madre, Élise, cuida sola de sus adorables gemelos, Léa y Lucas. A pesar de su corta edad, los dos niños demuestran una increíble capacidad para ayudar a su madre en las tareas diarias. Todas las mañanas la despiertan con risas y mimos, luego la acompañan a la cocina donde intentan ayudarla a preparar el desayuno, muchas veces derramando leche y untando mermelada por todos lados, pero siempre con mucha ilusión.
Con el paso de los días, Élise descubre que sus hijos tienen un talento especial para aportar alegría y entusiasmo a cada tarea. Ya sea doblando la ropa (o jugando al escondite), regando las plantas (y mojándose) o guardando los juguetes (redistribuyéndolos por toda la casa), Léa y Lucas transforman cada momento en una aventura llena de risas.
Sin embargo, un día, Élise enferma y se encuentra postrada en cama. Los gemelos, decididos a cuidar de su madre, se embarcan en una misión de ayuda mutua con la inocencia y la determinación propias de su edad. Intentan hacer sopa, pasar la aspiradora e
incluso cuidar de su hermano pequeño, Theo. Su torpeza infantil conduce a situaciones cómicas y conmovedoras, pero es su amor y su voluntad de ayudar lo que más impresiona a Élise.
A través de sus esfuerzos, Léa y Lucas demuestran que incluso los más pequeños pueden marcar una gran diferencia, y Élise se da cuenta de la invaluable fuente de apoyo y amor que son sus hijos. Juntos, forman un equipo inquebrantable, lo que demuestra que la familia es realmente el mayor tesoro.