¿Qué puede ser más sincero que el amor fraternal verdadero? Cualquier padre puede considerarse afortunado si sus hijos se respetan y cuidan mutuamente. Un ejemplo de un sentimiento real por un ser querido fue demostrado por un niño de 6 años llamado Mike. Ya amaba a su hermano, que ni siquiera estaba en los planes de sus padres.

La mamá y el papá de Mike, Jessica y Michael Marotta, soñaron con darle a su hijo un hermano durante mucho tiempo. Pero después de un embarazo fallido, Jessica ya no pensaba que podría alegrar a su hijo. Pero ocurrió un milagro: pronto Jessica se enteró de un nuevo embarazo.

El tan esperado bebé, al que llamaron Jake, nació prematuro. Al niño le diagnosticaron restricción del crecimiento intrauterino. El niño nació débil y pequeño, por lo que tuvo que pasar otros dos meses en cuidados intensivos.

Durante todo este tiempo, Mike, de 6 años, esperaba con ansias el primer encuentro con su hermano. Pero solo vio al bebé Jake 11 días después de su nacimiento. El momento en que Mike y Jake se conocieron por primera vez fue increíblemente conmovedor. Los padres de los niños capturaron este mágico momento.

Pronto, el bebé Jake se fortaleció y se fue a casa con su madre. «Mike está tan feliz de que su hermano ya esté en casa y todo esté bien con él. Intenta no separarse y cada mañana recibe al bebé con abrazos tiernos. Y a Mike le maravilla el color del cabello de Jake, ¡es del mismo rojo ardiente que el suyo!» — dijo la madre de los niños, afortunada observadora de este verdadero amor fraternal.
